arquitectura
Tortosa (Tarragona), 2019. Superfície 120m2.
Carlos González
El proyecto parte de un reto atractivo a la vez que comprometido: mejorar el servicio por el confort de la gente. El bar-restaurante Salamandra ha sabido actualizarse sin perder nunca sus valores originales: calidad, proximidad y bienestar. Es por todo ello que el proyecto propone una solución de arquitectura interior atemporal, capaz de ser elegante, combinándola con la frescura y contemporaneidad requerida.
Elementos, iluminación y materiales dialogan desde el acceso para introducir al usuario dentro de los espacios. Se trata de un nuevo espacio que pretende seguir siendo el mismo de siempre.